Es probable que hayas tenido que improvisar un espacio de trabajo en casa y te hayas encontrado con algunos problemas de espacio. A continuación te hablamos de ellos y cómo resolverlos.
Trabajar desde casa puede tener muchas ventajas, pero a la vez cuando tenemos que improvisar un espacio de trabajo podemos encontrarnos con algunos problemas. Falta de espacio, de luz… Pero todo tiene una solución y hoy en Muebles Julio García te vamos a contar cómo poder adaptar tu lugar de trabajo a tu hogar para que te sientas cómodo y cubras todas las necesidades. ¡Allá vamos!
La falta de espacio
A veces resulta complicado encontrar un sitio donde tengamos el suficiente espacio para trabajar con comodidad. Por suerte, hoy en día solo necesitamos un portátil para ello y no necesitamos una superficie muy grande. Sin embargo, es esencia encontrar una zona de la casa en la que podamos colocar nuestras necesidades. ¿Cómo saber cuáles son? Tú más que nadie sabes el espacio que necesitas pero es importante medir la anchura del lugar en el que tienes pensado ponerte. Busca un rincón que esté desaprovechado. Muchas veces el hueco debajo de las escaleras o en la entrada podemos encontrar un hueco que nunca hemos dedicado a nada y que ahora puede ser perfecto para instalar nuestra pequeña oficina.
La falta de luz
Lo malo de buscar estos rincones de los que te hablábamos antes es que muchas veces suelen ser espacios oscuros. Una de las principales características que debe tener nuestra oficina improvisada es una buena calidad de luz. Vamos a pasar muchas horas sentados en este rincón y es imprescindible. Lo ideal sería disponer de luz natural pero para ello debemos encontrar un espacio junto a las ventanas. En caso de que esto te resulte complicado, no te puede faltar una buena lámpara sobre la mesa de trabajo. Recuerda que también puedes jugar con los efectos visuales. Si tu espacio de trabajo se encuentra en una zona con paredes blancas, conseguirás potenciar mucho más la iluminación.
La falta de privacidad
Muchas veces cuando improvisamos un lugar de trabajo en casa y buscamos el espacio y luz más óptimo, lo encontramos en zonas comunes de la casa y por tanto sentimos la falta de privacidad. Nuestra oficina también debe ayudarnos a la concentración y a la cama, ya que debemos llevar a cabo nuestras tareas de trabajo. Si no es posible crear este espacio privado, puedes utilizar separadores con estanterías, plantas o una pantalla translúcida que delimite la zona. Eso sí, es importante que se trate de un lugar que no sea ruidoso.
Falta de espacio de almacenamiento
¿Y dónde dejo todo mi material de trabajo? Esta es una de las incógnitas que debemos resolver. Porque claro, ya hemos instalado la mesa y tenemos una buena fuente de iluminación, pero… ¿dónde dejo las cosas? Si por suerte tienes una mesa amplia, es posible que puedas reservar una esquina para todos tus documentos. Si no es así, será bueno que encuentres una pequeña cajonera que puedas dejar junto a la mesa para ocultar todos esos papeles que pueden provocar efecto de desorden. Trabajar en lugar limpio y ordenado nos motiva para desarrollar nuestras tareas sin despistes
Falta de separación del trabajo-hogar
Igual que cuando hablábamos de la falta de privacidad, sucede parecido con tener nuestro lugar de trabajo en el mismo lugar donde hacemos el día a día en casa. Es importante crear algún tipo de separación de la zona de trabajo y de tu vida privada. Si no se puede cumplir por espacio, que sea de una forma visual. Una forma sencilla de conseguirlo es despejando tu escritorio una vez hayas terminado tu jornada de trabajo. ¿Por qué? De esta manera conseguirás dejar de lado tus obligaciones al no ver tu material. Crear un espacio discreto también nos ayudará a poder desconectar de él.
Fotos: Pinterest
¿Qué te han parecido estos consejos para disponer de un buen espacio de trabajo? Si tienes dudas y necesitas que te asesoremos, no dudes en preguntarnos.